lunes, 7 de septiembre de 2009

IDENTIDAD, ANGUSTIA Y DESESPERACIÓN


(Toda desgracia es una lección. Proverbio turco)


No dudamos que al detenerse a leer este escrito ya debe estar plenamente identificado. Se señala que la identidad como una cualidad del “ser para sí”, sólo válido para las personas y consecuentemente de ser uno mismo o como parte de un grupo.

Se nos agrega, que la búsqueda de identidad, su crisis y su pérdida constituyen un centro de preocupación e investigación actual. El individuo, el grupo, las sociedades tradicionales o industriales aspiran a coincidir nuevamente con su propio ser. El tema de la identidad afecta a todas las sociedades y a casi todas las disciplinas.

La identidad es una necesidad básica del ser humano. Poder responder a la pregunta en tanto poder responder a la pregunta de quién soy yo? es tan necesario como el afecto o el alimentarnos.

Lo cierto es, que el problema de la identidad ha preocupado muchísimo a los sicoanalistas en los últimos años; así, para Erich From, lo consideró como el problema del sí mismo original y real para distinguirlo de pseudos sí mismo o del convencional. Para Karen Horney, lo formuló como el problema del sí mismo real para distinguirlo de la imagen idealizada del sí.

De aquí, que no debe extrañarnos como lo indica Ernest Schahtel: que muchos pacientes sufren de una manera u otra la falta de un sentimiento de identidad. Esto pueda ser la causa de que se sientan como impostores en su trabajo, en relación con un medio, su pasado o alguna parte de ellos mismos que reprimen o quieren ocultar concientemente porque se sienten avergonzados o culpables. Pueden sentir también que deberían tener algo de lo que carecen o imaginan que carecen , tal como posiciones materiales, prestigio o ciertos rasgos o cualidades personales; o sienten que un marido o esposa diferente, o amigos distintos de los que tienen, les otorgarían el estatus que desea y que por ello, milagrosamente, se convertirían en personas completamente desarrolladas.

Cuando la pérdida del sentimiento de identidad se hace consciente, se percibe a menudo- tal vez siempre- con el sentimiento de que, comparado con los otros, uno no es totalmente una persona.

Son muchos los seres que buscan una personalidad definitiva, Pirandello ya lo ha manifestado en sus obras, diciendo, que hay seres que buscan una personalidad definitiva, fija, circunscrita. Espera que tener tal personalidad-como se tiene una cosa- les resolverá el dilema. Tener tal personalidad es bueno, no tenerlo es malo…

No se puede negar que tal búsqueda de su personalidad, tiene aprisionado al hombre en una constante angustia y más aún en esta dinámica sociedad en donde se desenvuelve.

Recordemos a Schiller en su cartas, en donde describe al hombre en la sociedad moderna y dice: El hombre se retrata a sí mismo- escribe -y que cuando se presenta en el drama de la época moderna: esterilidad por un lado, licencia por el otro; los dos extremos de la decadencia humana, y ambos unidos en un mismo período…; sigue el mismo Schiller diciendo: Fue la propia cultura la que inflingió esta herida a la humanidad contemporánea. Posiblemente esta cultura ha hecho que se pierda nuestra identidad y andemos en búsqueda de la propia.

El hombre ha perdido su personalidad en este mercado de masas en el cual se vende y perpetúa la cultura de masas, que nefastos problemas psicosociales y económicos han provocado en nuestros avasallados pueblos, provocando una gran desesperación en aquellos que por lo menos han vislumbrado el efecto de las potencias dominantes y la pobre reacción de nuestros gobernante en evitar esta catástrofe.

Se esta preparando a nuestras generaciones con un sistema educacional no acorde a nuestras realidades y necesidades. La aceptación del grupo dominado, el gusto compartido, ha tomado lugar de la autoridad y del juicio moral y estético individual y de sus normas.

Cómo no se va a desesperar el hombre. Si la mayor parte pasa su vida precariamente instalada en habitaciones transitorias y masivamente construidas. Nacen en clínicas, hospitales, se alimentan en cafeterías y se casan en moteles, hoteles; mueren en hospitales después que la sociedad los enclaustró, los explotó, los vició, se les coloca por breve tiempo en funerarias, se les entierra y se les OLVIDA. Lo triste es que muchos pasaron anónimos y jamás se identificaron y nadie los quiso identificar. No nos dimos cuenta que nos manejaron, manipularon instrumentalizaron o a lo mejor si y es cuando empieza el ciclo de buscar una nueva identidad.

No olvide, como lo comentan que conformar una identidad es establecer un centro de gravedad en torno al si mismo, que implica esto que mas allá de los cambios internos y externos, mas allá de los nuevos conocimientos y saberes que uno incorpora hay un Yo relativamente unificado, esto implica que el sujeto construye en casi dos décadas de existencia una posición básica de ser en el mundo

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